A la hora de entrar en un nuevo lugar de trabajo, más allá del entusiasmo de un nuevo comienzo, de una oportunidad mejor, es posible que las cosas no terminen siendo como uno las esperaba. Quizás porque una vez dentro de la empresa las cosas no eran como se nos dijo, o quizás porque las condiciones cambiaron.
Entonces, a no desesperar. Siempre hay maneras de lidiar de la mejor forma posible con este tipo de situaciones, y para ello alguno de estos consejos quizás les pueda servir en el futuro:
Conocer de antemano el lugar de trabajo, o las metodologías aplicadas al menos. Una entrevista laboral sirve tanto para que el empleador conozca al empleado y lo evalúe, así como para que el empleado tenga una primera vista a la empresa donde estima ingresar. Sin este paso, estamos ingresando en un lugar donde no conocemos nada sobre el background, o el estilo de trabajo, o podemos estar entrando con una idea equivocada o mal informada sobre la empresa.
Ante cualquier conflicto, intentar siempre mantener una línea de comunicación abierta y clara con una sola persona. Muchas veces por intereses formados, hay varios actores en medio y esto es lo que hay que evitar. Lo mejor que se puede hacer es estimar cuál es la persona más indicada y más abierta al diálogo, y mantener una linea de comunicación con esa persona, evitando asi los mensajes cruzados.
Agotar todas y cada una de las oportunidades para resolver un problema. Aunque por momentos se sienta que uno le está explicando a una pared, o que simplemente no se está tomando en consideración lo que uno dice, hay que irse a casa con la mejor predisposición de volver al día siguiente y comenzar de cero. No solo la fe mueve montañas, sino que la paciencia también.
Quizás el más importante: Confiar en tu instinto. Aunque no parezca cierto, muchas veces lo que te dicen “las agallas“ es correcto. Más de una vez antes de entrar en una nueva empresa, o seguir una línea de trabajo diferente, se puede sentir que hay cosas que no gustaron o que no se siente que estén bien; y a este tipo de “premoniciones“ hay que prestarles atención: nada de “profecías auto-cumplidas” acá, tan solo la experiencia que podamos tener de tratos anteriores.
Lo más importante siempre es mantener el diálogo, con esto generalmente se resuelve cualquier problema. Pero cuando alguna de las partes se cierra y ya no se tiene en cuenta al otro, entonces seguramente lo mejor sea cortar por lo sano, y buscar otra cosa. ¿Qué experiencias han tenido al respecto?